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Nuestras alfombras son 100% lana de oveja, una fibra natural y renovable por excelencia.
La lana es sinónimo de tejidos desde tiempos ancestrales en diversas culturas por ser una fibra duradera, aislante, elástica, confortable y segura.
Su gran diferencial es ser biodegradable, es decir, vuelve a la naturaleza.
Es indiscutible que las fibras de lana son una alternativa muy superior a las sintéticas: más duraderas, ignífugas —de combustión muy lenta— y fácilmente lavables.

Además, son teñidas a mano, por lo que pueden presentar leves variaciones en los tonos, haciendo que cada pieza sea única e irrepetible.

 

Todas nuestras alfombras son hechas a mano en telares artesanales.
No hay procesos industriales ni fábricas involucradas en ninguna etapa de su desarrollo.

Son teñidas y tejidas a mano, lo que puede generar leves variaciones en los tonos y en el tejido, haciendo que cada pieza sea única e irrepetible.

Trabajamos con distintos grupos de tejedores que realizan el trabajo en sus casas, donde tienen instalados sus telares y organizan su trabajo.

 

Las posibilidades de diseño y medidas son muy amplias, adaptándose a las necesidades y gustos de cada cliente.

Una alfombra hecha a medida es mucho más que un producto: es una pieza única, confeccionada según los requerimientos y deseos personales de cada cliente.
Cada alfombra se piensa, diseña y elabora especialmente para quien la encarga, convirtiéndose en un objeto singular que refleja su estilo y la identidad de su espacio.

El proceso de producción lleva entre 6 y 8 semanas, y da como resultado piezas exclusivas y de calidad excepcional.
Cada una transmite la calidez de lo natural, al estar tejida y teñida a mano, con texturas y colores únicos que expresan la esencia del trabajo artesanal.

 

Trabajamos en equipo con artesanos y tejedores expertos del Noroeste argentino.
Respetamos los lineamientos de un comercio justo, acordando los precios con nuestros tejedores de acuerdo con sus costos y la dificultad de cada pieza que fabricamos.
En base a eso fijamos nuestros precios tratando de ser competitivos y lograr la rotación de nuestros productos, y generar un circuito de trabajo para todos.

Apuntamos a completar un círculo virtuoso, desde la cría de las ovejas, selección de la lana, hilado, teñido, confección y comercialización, generando trabajo para quienes lo necesitan y para nosotras.