Somos hermanas, Belén y Delfina Seara, unidas por la curiosidad y el deseo de tener un proyecto juntas. Las dos venimos de ambientes corporativos, desarrollándonos como profesionales, pero siempre con el deseo de volcar toda nuestra experiencia en algo que sea nuestro, que tuviera nuestra huella, y nuestra historia.
Durante muchos años pensamos cuál podía ser ese proyecto y en las alfombras encontramos todo lo que estábamos buscando: desarrollar un producto que nos gustara a las dos, rescatar lo autóctono y regional de nuestro país, y que no se tratara simplemente de un negocio, sino un negocio de impacto, contribuyendo a la sociedad en que vivimos.
La marca “Seara Ñañay” surge de nuestras raíces: de chicas nos criamos rodeadas de campo y naturaleza, y hoy se lo seguimos transmitiendo a nuestros hijos. Seara, nuestro apellido, nos va a unir toda la vida recordándonos quienes somos y de dónde venimos. Ñañay significa “hermana mía” en quechua, y terminó de unir nuestro sentimiento con las técnicas artesanales y ancestrales del tejido regional. Orgullosamente autóctono, orgullosamente nuestro.
Nuestros diseños están inspirados en objetos e imágenes que nos recuerdan quienes somos. Nos inspira nuestra historia, sumándole nuestro aporte actual para que cada alfombra se destaque en el espacio que encuentre.